Alejandra Del Moral: traición a la base morenista en tiempos de Sheinbaum
• Difamó y despotricó sin descanso contra Obrador y Delfina Gómez, pero hoy cobra más de 127 mil pesos mensuales en el “Segundo Piso” de la 4T.
El panorama político en México ha sido transformador, especialmente desde el ascenso del partido Morena y su líder, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). A medida que esta transformación avanza en la conciencia nacional, surgen ciertos individuos que desafían las creencias y lealtades fundacionales dentro de este tejido sociopolítico. Una de esas figuras es Alejandra del Moral, cuyo nombramiento reciente como directora ejecutiva de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Amexcid), sorprendido a muchos.
Antecedentes de una “Valiente” ex priista
Del Moral ha sido una figura prominente en la política mexiquense, con una carrera netamente alineada a las ideologías neoliberales del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su trayectoria política ha estado marcada por la volatilidad y los escándalos en busca de poder e influencia. Sin embargo, el aspecto más llamativo hoy en día en torno a su trayectoria política es el marcado contraste entre sus críticas pasadas a los mismos individuos con los que ahora se ha aliado.
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Entre los muchos escándalos en torno a Del Moral, vecinas y vecinos de Hacienda Balboa y Quinta Montecarlo la acusaron, siendo Presidenta Municipal de Cuautitlán Izcalli (2009-2012), de haber cometido un presunto fraude por más de 115 millones de pesos a través de la simulación en la compra-venta de 1 mil 049 casas a la empresa Promoción y Desarrollos Urbi, la cual dejó inconclusa las obras y vendió las propiedades a sobreprecio, refiere la denuncia interpuesta el 26 de abril de 2011, según la información revelada en su momento por el medio Sin Embargo.
Posteriormente, en 2023, en medio de una muy reñida contienda por la gubernatura del Estado de México, Del Moral canceló de manera prematura su cierre de campaña después de que “The Guardian” (medio de comunicación inglés) sacara a la luz otro millonario fraude que la vinculaba, donde se exhibió un presunto esquema de corrupción a través del cual se habrían malversado cerca de 5 mil millones de pesos del erario mexiquense hacia empresas fantasma.
De oposición a aliada
Del Moral no se contuvo en sus críticas a López Obrador, atacando sus aspiraciones, políticas y estilo de gobierno en cada oportunidad. Sus declaraciones a menudo incluían un fuerte menosprecio de su liderazgo, cuestionando no solo sus capacidades sino también la integridad moral de su administración.
Además de AMLO, también arremetió públicamente contra Delfina Gómez Álvarez, una figura clave dentro de Morena y una ferviente partidaria de las administraciones “Lopezobradorista” y “Sheinbaumista”. La retórica de Del Moral estuvo cargada de acusaciones, presentadas hábilmente para socavar la credibilidad en Gómez Álvarez.
Por lo tanto, su transformación de una crítica acérrima a una beneficiaria del “Segundo Piso” de la Cuarta Transformación liderada por Claudia Sheinbaum es nada menos que irónica. Este giro repentino plantea preguntas sobre sus motivaciones y la autenticidad de su lealtad política.
Pero vamos, gozando presuntamente al interior de Amexcid de un presunto sueldo neto de $127 mil 882 pesos mensuales, la lealtad se hace costumbre para cualquier “valiente” sin escrúpulos.
El “Segundo Piso”: ¿un símbolo de contradicción?
Actualmente, del Moral recibe un salario de más de 127 mil pesos al mes en un puesto de liderazgo dentro del “Segundo Piso” de la 4T, encabezada por Sheinbaum. Esta situación resulta emblemática de las típicas ambiciones que albergan muchos actores políticos neoliberales en México, donde los puestos, además, suelen venir acompañados de importantes incentivos financieros y políticos.
Dada su posición anterior como crítica reacia, la ética de su aceptación de tal puesto en la 4T está ahora bajo escrutinio. Los críticos argumentan que las acciones de Del Moral ilustran una traición fundamental a los principios que sustentan al Partido Morena y a sus bases militantes y simpatizantes.
Reacciones de las bases de Morena
Muchos dentro del Partido Morena siguen expresando su desilusión con respecto a la inclusión de Del Moral en las filas del actual gobierno morenista. Los miembros leales sienten que su aceptación de un puesto de alto perfil contradice la esencia misma de lo que representa el partido: una defensa acérrima del bien común contra el oportunismo político.
Tanto militantes, como simpatizantes, argumentan que se alimenta la noción de que la lealtad política es fluida y sirve a los intereses de quienes buscan el poder en lugar de a las creencias fundamentales que resuenan en el público.
Conclusión
La trayectoria de Alejandra del Moral encarna una narrativa más amplia en la política mexicana, que ilustra la dicotomía entre el oportunismo y la lealtad. Sus acciones plantean preguntas esenciales sobre la naturaleza de la lealtad política en un panorama cambiante, lo que subraya cómo la ambición personal puede en ocasiones eclipsar los principios colectivos.
Mientras Del Moral continúa desempeñándose en su papel dentro del “Segundo Piso” de la Cuarta Transformación, será crucial que la prensa, analistas políticos y los ciudadanos permanezcan alerta. Esta situación sirve como advertencia sobre los peligros de la traición política, que pone en entredicho la integridad de las bases del partido y las creencias de sus partidarios. En última instancia, la pregunta sigue siendo: ¿cómo influirá la inclusión de priistas y panistas en el futuro del partido Morena? Sólo el tiempo lo dirá.