Es Sheinbaum la misma sopa que en 2018: la oposición
• Lo que no te dicen es que es una sopa que le ha sabido muy bien al pueblo mexicano, que dio alivio al hambre de justicia que le negaron casi un siglo.
La oposición, encabezada por el “Frente Amplio por México”, tiene como abanderada rumbo al 2024 a Xóchitl Gálvez, una mujer que en este espacio de opinión e informativo respetamos precisamente por lo que es, una mujer, pero a la cual no le guardamos el más mínimo respeto como servidora pública, ya que su ambición por el dinero la ha sumergido en las aguas más turbias de la corrupción mexicana; ha dejado de lado los verdaderos intereses del pueblo y se ha convertido en un fetiche de la minoría que anhela el regreso de viejo régimen.
La campaña de Xóchitl, también conocida en X (antes Twitter) como la “Sopa Max Kaiser“, no es más que el fruto mal parido de una de las relaciones incestuosas más repugnantes de la oligarquía, un beso de tres que se pasó de la raya, una repulsiva orgía entre el PAN, el PRI y el PRD.
Como padrino de bautizo, uno de los principales embajadores de la desinformación en México, Max Kaiser, seudo periodista con el vicio arraigado de la corrupción de antaño cuyas bondades favorecían su bolsillo con cientos de miles de pesos mensuales; hoy busca desesperadamente hacer escuchar su angustiosamente fingido mensaje en un intento vano de dañar la imagen de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo.
Max, servil a los intereses de la oligarquía
Servil a los intereses de grupos conservadores y neoliberales, Max, el “exservidor público con ganas de regresar un día más preparado”, se ha dedicado de lleno a intentar socavar el verdadero espíritu patriota de las y los mexicanos en una lucha frontal contra la Cuarta Transformación desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a la silla presidencial en 2018.
Hoy, con el proceso electoral de 2024 en curso, con su deshonrada pluma, Max ha reducido la contienda a una mofa culinaria que raya en lo ridículo. Difunde un discurso digno de una persona viciada, trastornada y atrapada en el pasado glorioso que le brindó el “amiguismo” dentro de la cúpula del PAN; es importante señalar que este crítico gozó de onerosos contratos a cambio de guardar silencio ante la corrupción, ingobernabilidad y masacres perpetuadas por el régimen neoliberal panista.
Las personas cambian, ¡los monstruos no!
Como una burla, a este supuesto crítico de los malos gobiernos y buscador charlatán de alternativas democráticas le ha florecido el espíritu patriota de la noche a la mañana. Según él, en nombre de la soberanía nacional y la democracia, se ha enfrascado en una batalla frontal incluso contra el evidente clamor social que busca dar continuidad al proyecto de transformación nacional; lo anterior lo ha demostrado con un asedio total en contra de Sheinbaum Pardo, mientras por otro lado, encabeza una cargada mediática a favor de la contrincante de oposición, Xóchitl Gálvez Ruíz.
Sin tapujo alguno, se ha declarado en contra de todo aquel o aquella que apoye a Morena, a la “4T“, a López Obrador y a Claudia Sheinbaum. El mensajero particular de la minoría rapaz, ha denominado a las contendientes como “las dos sopas“; misoginia disfrazada de análisis que no solo degrada a las mujeres políticas mexicanas, sino que de paso destruye las bases de la prensa botando a la basura objetividad alguna; ¡ah! pero como lo dice un camarilla calderonista, ninguna televisora le reclama, ningún grupo “feminista” le demanda disculpas y ninguna organizaciones en favor de los derechos humanos le denuncia.
Max Kaiser, un aspirante a chef
Abogado y politólogo, Max dejó atrás su sueño de convertirse en chef; su torpe habilidad en la mesa de discusión lo ha dejado ver igual de patoso en la mesa de preparación. Sean sus candidatos o sus platillos, han resultado tan nauseabundos para el pueblo de México que nadie en su sano juicio le pediría siquiera un “huevo estrellado”.
Su último fracaso culinario fue dejar en evidencia que no sabe nada de sopas. Si dejamos totalmente de lado lo misógino que es el comentario de Kaiser, ¿como podría en este segmento siquiera soñar competir Xóchitl contra Claudia?
Una sopa es un platillo que va bien con todo, excelente para el frío pero no la rechazas en un día cálido; la come desde el más pobre hasta el más rico; la piden sanos y enfermos. Una sopa es un alimento que le cae bien a cualquiera, calma el hambre y alivia.
Solo hay de dos sopas, grita la oposición
Una de las sopas, la “Sopa 4T“, ha sacado de la pobreza a más de 4 millones de mexicanos, ha capacitado a cerca de 3 millones de jóvenes para obtener un trabajo y 7 de cada 10 hogares reciben recursos públicos a través de programas sociales en un acto histórico que dignifica la vida de las y los ciudadanos. Nos parece que sin lugar a duda esta sopa le ha sabido muy bien al pueblo, sobre todo a los mas desfavorecidos.
La otra sopa, la “Sopa Max Kaiser“, se ha hecho con contratos millonarios que hacienden a los 1 mil 400 millones de pesos que solo han favorecido el bolsillo de Xóchitl, de su familia y a sus amigos del PRIAN. Así de sencillo, no hay ingrediente que puedas agregar a esta sopa para quitarle lo rancia, sin siquiera probarla, ya le ha dejado un mal sabor de boca a todo el país.
Como mexicano, ¿qué sopa preferirías tu, una sopa que alivie a la nación o una sopa que alivie a unos cuantos? Suponemos que Max Kaiser nunca se hizo esta pregunta antes de soltar tan burda comparativa vertida en sus canales oficiales.
Se cauto, no creas todo lo que lees en Redes Sociales
Que esta opinión sirva para que las y los internautas sean más precavidos al leer, reaccionar, comentar y compartir cualquier contenido que encuentren en las distintas plataformas de redes sociales, mismas que se encuentran inundadas por degenerados seudo comunicadores, propagandistas de aquellos que hicieron tanto daño a México y ahora quieren regresar, ¿lo permitirías?