La ruina de Morena en Zinacantepec tiene por nombre “Marco”, como apellido “Castrejón” y de apodo “Reginaldo”
• Se durmieron en sus laureles y perdieron, creyeron que con el puro efecto AMLO-SHEINBAUM ganarían, le dieron la espalda al pueblo y a la verdadera militancia morenista. ¡Ahí está el resultado!
ZINACANTEPEC, Méx.- Lo pronosticado ocurrió, el Partido Morena fue aplastado en Zinacantepec después de que las autoridades de justicia en el ámbito electoral se prestaran a lo que vislumbra un fraude. El robo de una candidatura que originalmente perteneció a José Gustavo Vargas Cruz y que usurpó Marco Antonio Reyes Colín derivó en la obvia derrota de la izquierda que fue superada con creces por el primer priista, Manuel Vilchis Viveros, quien ha obtenido la primera reelección en la historia de este municipio.
La elección de este 2 de junio en Zinacantepec es un claro ejemplo de que el candidato si importa y que al final del día, “el pueblo pone y el pueblo quita”. Poco le sirvió a Marco Reyes el efecto AMLO-SHEINBAUM y terminó derrotado más de 6 mil votos por debajo de Manuel Vilchis Viveros, quién amasó más de 45 mil votos, lo que representa el 45.5% del electorado participante.
Para acabar de quedar en ridículo, la mañana de este miércoles 5 de junio, acompañado de un muy reducido grupo de seguidores, Marco Reyes salió en redes sociales a gritar “FRAUDE”, declarar que impugnará la elección y pedirá al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) el voto por voto, pero ¿con qué calidad moral hace esto? ¿cómo este sujeto que llegó de manera ilegítima a la candidatura valiéndose de artimañas puede solicitar justicia ahora? En fin.
Vilchis Viveros debe agradecer con demasía a la ambición desmedida y al mismo tiempo mediocridad de un trío de políticos, nos referimos por supuesto a Marco Antonio Reyes Colín, a Marcos Manuel Castrejón Morales y a Reginaldo Sandoval, figuras detrás del asalto perpetrado en contra de la democracia en esta alcaldía; la ciudadanía y militancia señalan a estos actores corruptos al interior de Morena, del Partido del Trabajo (PT) y de las instituciones que se supone deberían velar por la justicia, de ser quienes actuaron en contubernio para robarle al pueblo la esperanza y su derecho legítimo a elegir a quien les represente.
“Como payasos quedaron ese trío de delincuentes electorales, tanto alboroto hicieron para quitarle la candidatura a Gustavo, ¿y para que? para que al final fueran puro ruido y pocas nueces. Nos traicionaron, nos impusieron a Marco, que además detrás de él traía a las peores ratas políticas de nuestro municipio, no la c******, sólo la querían para perder o venderse…”, mencionó a este medio un ciudadano simpatizante de Morena, molesto por los acontecimientos del pasado 2 de junio.
¿Un tiro de suerte para el priismo? ¿Todo venía apalabrado? O la realidad es que Reyes Colín, en su ridícula y muy limitada capacidad como político, no tuvo ni idea de lo que tuvo entre manos; el poder del pueblo les rebasó a él y a sus compinches, no supieron qué hacer más que perder una elección que Vargas Cruz ya tenía ganada.
¿A quién le hicieron el favor? Echando un ojo a la nómina municipal de Zinacantepec o futuros nombramientos en el Gobierno del Estado de México podremos quizá, con mucha suerte, averiguar las verdaderas intenciones detrás de esta histórica traición al pueblo de Zinacantepec.
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