100 días de esperanza y consolidación de la gran transformación

CRÓNICA

Quien ahora es su presidente municipal, y que por años había anhelado la gran transformación que hoy se vive en México, encabezaba la caravana con un entusiasmo contagioso, convencido de que la Cuarta Transformación es más que un eslogan: es una realidad palpable en cada rincón del país. 

El frío y la reciente nevada no fue impedimento para que desde las primeras horas del día, hombres y mujeres se reunieran en los puntos de encuentro acordados, algunos envueltos en rebozos bordados con flores que simbolizaban sus comunidades indígenas, otros portando camisetas con la imagen de Claudia Sheinbaum y banderillas que ondeaban al viento. Abuelos, padres y niños formaban parte del contingente, una representación genuina de la diversidad y el corazón de nuestro Estado de México, nuestra capital mexiquense.

Algunos integrantes de la caravana ya no llegaron al Zócalo, pues eran miles de personas las que intentaban hacerlo, por ello las calles principales se llenaron de colores: banderas, estandartes y pancartas que exaltaban el liderazgo de Sheinbaum. Con energía los asistentes, coreaban al unísono: “¡Es un honor estar con Claudia, la mejor!”.

En ese momento, a unos pasos del Monumento a Juárez, Ricardo Moreno Bastida, en un gesto espontáneo, se subió a una pequeña banca frente a la multitud. Ahí su voz se alzó con la pasión de quien conoce las luchas del pueblo. “Hoy estamos aquí no solo para celebrar los primeros 100 días de gobierno de nuestra presidenta, sino para respaldarla con toda nuestra fuerza. Desde este Zócalo histórico, enviamos un mensaje claro a quienes buscan imponernos su voluntad desde el extranjero: México es soberano, y no permitiremos que nadie pisotee nuestra dignidad. ¡La patria no se vende, la patria se defiende!”.

La multitud estalló en aplausos y vítores. Algunos ondeaban banderas con más fuerza, mientras otros derramaban lágrimas de emoción. Las palabras de Moreno Bastida calaron hondo, encendiendo aún más el ánimo de quienes habían viajado desde distintos puntos de Toluca para ser testigos de un momento tan significativo.

Desde el escenario principal, Claudia Sheinbaum ofreció un discurso que capturó la atención de todos. Su voz, serena pero contundente, resonó por toda la plaza. “Estos 100 días son solo el comienzo. Estamos construyendo un México donde todas y todos tengan las mismas oportunidades, donde la justicia social sea la base del desarrollo y donde el pueblo sea siempre la prioridad”. La presidenta recordó con orgullo las reformas estructurales que ha liderado, como el fortalecimiento del sistema de salud pública, la reducción de la desigualdad de género y el impulso a proyectos de infraestructura que han detonado el desarrollo en comunidades marginadas.

Desde que asumió el cargo, Claudia Sheinbaum ha dejado claro que su gobierno tiene un sello propio. Su enfoque en la justicia social, el combate a la corrupción y la inclusión ha sido reconocido tanto dentro como fuera del país. En estos 100 días, ha implementado programas clave para apoyar a las familias mexicanas, priorizando la educación, la salud y el desarrollo económico. Ha reforzado el sistema de becas para estudiantes, garantizando que ningún joven abandone sus estudios por falta de recursos. Asimismo, ha impulsado políticas ambientales pioneras, como la transición hacia energías limpias y la protección de los recursos naturales.

Al final después de gritar juntos “¡Hay patria, hay nación, y vamos a defenderla!”, Ricardo Moreno Bastida, sentado junto a los suyos, reflexionaba con una sonrisa en el rostro. Sabía que ese día no solo habían acompañado a Claudia Sheinbaum en sus primeros 100 días; habían reafirmado su compromiso con un México transformado, un México que avanza con dignidad, justicia y esperanza.

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